DF Lab Opinión/ Mentalidad emprendedora desde la creación de valor
"En este sentido, los emprendedores natos suelen identificar las mejores oportunidades, anticipádose a los problemas y brindando soluciones atingentes y necesarias".
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Cuando hablamos de mentalidad emprendedora nos referimos a aquellos que están dispuestos a hacer lo necesario para transformar su visión en una realidad. Los hombres y mujeres con este tipo de mentalidad son capaces de tomar el tiempo para analizar sus vidas, visualizar un propósito, establecer planes y metas claras, y también son capaces de trabajar arduamente en su ejecución.
Tener una mentalidad emprendedora nos permite intentar una y otra vez lo que queremos alcanzar a pesar de las dificultades que se presenten, basándonos en nuestra preparación personal y lo que deseamos aportar a la sociedad. Por ejemplo, personajes emblemáticos de nuestra historia como Steve Jobs, Estée Lauder y Elon Musk desarrollaron una mente emprendedora que se gestó desde una necesidad, de la idea de solucionar cierto problema, creando una lista de posibilidades que contribuyeron a mejorar el bienestar de la humanidad. Proyectaron el futuro, aspecto al que todos los emprendedores estamos llamados.
¿Y qué sucede con nuestros pares chilenos? Es importante tener presente que cada persona es capaz de lograr grandes cosas esté donde esté. Y sin duda las y los emprendedores chilenos hemos dado un gran ejemplo al mundo, demostrando en las últimas décadas un potencial de crecimiento enorme. Piensa en grande y no se limita. Tiene un espíritu flexible que ha sabido adaptarse y fluir con las nuevas corrientes, tecnologías e innovaciones en nuestro país. En este sentido, los emprendedores natos suelen identificar las mejores oportunidades, anticipádose a los problemas y brindando soluciones atingentes y necesarias.
Pero más allá de fronteras, quienes tienen vocación por emprender se caracterizan por una mentalidad que busca beneficios para la sociedad. Medios como el Financial Times han definido esta mentalidad ´como un estado mental específico que orienta la conducta humana hacia actividades y resultados emprendedores (...) y que son atraídos por oportunidades, innovación y creación de valor´.
El éxito, en ese contexto, se define por la capacidad para ver oportunidades, asumir retos, crear valor, mejorar las habilidades y sobre todo, confiar en sí mismo. Sin confianza no se producen logros. Tener la certeza de que puedes cumplir algo, te ayuda a esforzarte con mayor ahínco y dedicación.
Sin embargo, este mindset tiene que cultivarse, tiene que ser parte de una agenda país. Por eso, el desafío es poder incluir esta visión en la educación de todos los niveles, proporcionando ideas y un enfoque clave para que los emprendedores y emprendedoras puedan desarrollarse. Brindar apoyo formativo y económico para proyectos de emprendimiento, sin duda, hará que estos aumenten y comiencen a tener una mayor relevancia en la economía local. Con la ayuda adecuada lograremos que más hombres y mujeres se sumen con diversos emprendimientos para fortalecer a nuestro país, para lo cual es esencial la planificación, la creación de valor y una actitud positiva.